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miércoles, 18 de junio de 2014

BALAZO 8

Tapa A. Colucci
HISTORIETAS URUGUAYAS
Balazo 8 salió en junio de 2000.
Cumplía su primer año la pequeña revista de historietas hechas más a pulmón que por la razón, y contra todos los problemas que se presentaron ya que luego de retirarlos de la imprenta (debo agradecer la bonhomía de esa gente que hizo posible la impresión, estoy seguro que no ganaron un peso con nosotros),había que llevarlos a los puntos de ventas convenidos (que no eran muchos), luego pasar a cobrar las ventas, muchas veces salir decepcionados porque no habían hecho la liquidación, o porque no se había vendido, entonces, lo dejábamos un mes más y a volver a la noria.
Habíamos quedado Pablo Dobrinin, que trabajaba en la librería "Libros libros" y yo para distribuirlos y cobrar. Yo me encargaba del armado de la revista y de llevar los archivos a la imprenta.Los 2 primeros números y algún otro, creo que el 7, los armó Daniel Puch.
Los demás corrieron por mi cuenta.
Pero lo difícil era que las "librerías" mostraran Balazo en las vidrieras.
Papacito, frente a la intendencia, lo tenía escondido en el fondo. Un día, sin presentarme, les pedí la revista y una de las vendedoras tuvo que preguntar dónde la tenían, ya que ni ella sabía que estaba a la venta.
El contenido de ese número incluyó la continuidad de Ismael de José Rivera,Almendros de Omar de los Santos y Gezzio,Operación  Nocturna de Daniel González, Golden Chat de C.M.Federici, La Mosqueta de E. Ardito, Panorama Actual del comic por Pablo Dobrinin.
La mosqueta de Enrique Ardito.


Daniel González.

W.Gezzio.

Gezzio

Gezzio. 

Krosmal.


Krosmal. 



José Rivera.

BALAZO 9

Tapa de A. Colucci.
HISTORIETAS URUGUAYAS

 Balazo Nº 9 salió en agosto de 2000.


Contenido:
Dobrinin hizo un racconto del primer  año de la revista.
…(”Pero nada sería fácil para Balazo y pronto lo íbamos a descubrirlo.
La Aventura de sobrevivir
El escaso tiraje (300 ejemplares) provocaba entre otras cosas un elevado costo por revista y que los márgenes de ganancia se vieran reducidos al mínimo…desde el primer momento tuvimos muy en claro que no hacíamos esto por dinero sino simplemente por el gusto de hacerlo…”)
Patria Bárbara de Omar de los Santos y William Gezzio
El reportaje a Enrique Ardito, por Pablo Dobrinin
7ª. Entrega de Golden Chat de Carlos M. Federici.
Marco Alvarado por Daniel Puch y Dobrinin
Panorama del comic uruguayo
Carta de los lectores
Ismael de Eduardo Acevedo Díaz y dibujos de José Rivera.




 

Aunque había sido todo un récord editar 9 números de una revista de historietas hecha enteramente por uruguayos, nos dejó un regusto amargo por la falta de apoyo:
A-Los que debían vender la revista, practicamente la escondían o no les interesaba ya que les dejaba poco margen de ganancia.
B-No pudimos tener un buen sponsor para tranquilizarnos económicamente, ya que la mayoría de las veces, por cobrar demasiado tarde y poco, tuve que poner de mi bolsillo para completar el pago a la imprenta, que fueron los únicos que apoyaron el proyecto, elevando apenas los costos de impresión y dándonos su mejor papel para que el dibujo sobresaliera.
C-La mayoría de los que empezaron en el equipo editor, por cansancio, desinterés,problemas personales, fueron dejando de lado el proyecto, excepto Dobrinin que se mantuvo al firme intentando vender y cobrar lo que podía.
Y así tomé la decisión-en solitario- de cerrar Balazo, aunque ya tenía todo el Nº 10 pronto, pero quedé debiendo el 9 en la imprenta por no cobrar en tiempo las dichosas ventas.Cundo junté el dinero por un trabajo que había hecho, fuí a pagar y la imprenta se había mudado a las afueras de Montevideo.

Un tema que me tenía harto
 Voy a contar solo una anécdota de varias que pasaron con los que deberían haber respaldado más la revista.Los vendedores (salvo raras excepciones).
Ellos no perdían nada, alcontrario: de los 30 pesos de venta se quedaban con 9 o 15 pesos.
Necesitaba cubrir el pago del número 9, por lo que fuí a una librería de la Plaza Independencia donde teníamos Balazo. Era cerca de la medianoche. En el mostrador cercano a la entrada uno de los vendedores de grueso porte y ojos rojizos, contaba dinero, junto a dos más, empleados del lugar. Uno de ellos, el más amable, en cuanto me vio, dijo:-Hola, Gezzio, buenas noticias, se ha vendido bien...¿Va a cobrar?
Sí, tengo que ir mañana a la imprenta para pagar el próximo número.
El que contaba dinero sin mirarme: -No, hoy no puedo pagarle. No hay efectivo.
Pero -le dije- si tenés dinero ahí...
Ah, pero esto tengo que guardarlo para pagar mañana a otros clientes...Así que venga la semana próxima y le liquido...
No sé cómo me aguanté, ante la mirada lastimosa de los otros, opté por largarme al frío de la noche.
Ese muchacho, bastante grueso de físico, de carácter prepotente, sabía que yo era cliente de más de 10 años de esa librería y que mes a mes les dejaba mis buenos pesos y cuyos dueños me llamaban a mi estudio para preguntarme qué podían vender o importar para elevar sus ventas.
No volví más a esa librería. Mandé a otro y le pagaron y le devolvieron las revistas que no se habían vendido. Al tiempo me enteré que lo habían despedido. No solo había sido impertinente conmigo sino con varios clientes más que se quejaron al dueño...Por eso y por muchas más "pequeñeces" dejé Balazo en el limbo.

martes, 17 de junio de 2014

BALAZO 7

Tapa de C.M. Federici
Balazo Nº 7 salió  en abril de 2000.
En este número, con "Tribunal Militar", celebramos la reaparición como historietista de Carlos M. Federici, luego de casi dos décadas de silencio de cuadritos dibujados.
Un guionista ducho en las difíciles lides de guioar comics, colabora con la revista :M.Servetti y dibuja un joven valor Otatti la historieta "Comando Especial".
Pablo Dobrinin escribió un eshaustivo artículo sobre la proliferación de revistas y fanzines autoeditados en una nota "Panorama actual del comic uruguayo".
Finaliza en la segunda parte "Un ojo en el hielo", dibujada y guionada por William Gezzio.
Carlos M. Federici publicó la 5 entrega de "Golden Chat".
Siguió la recuperación de las tiras diarias de "Ismael", dibujadas por José Rivera.
El humor estuvo a cargo de las tiras de "Billy", el vaquero de Dobrinin y Cantonnet.
Como novedad, se comenzó a publicar cartas recibidas en la sección "¡En el Blanco", correo de los lectores.

BALAZO 6

Tapa de C.M. Federici
Balazo Nº 6 salió en enero de 2000.
Dentro de un nuevo milenio (aunque el tercero comenzaría estríctamente el 1 de enero de 2001), la revista venía con la colaboración invalorable de un ya encumbrado dibujante, generoso y sin divismos-(aunque él tuviera todo para poseer esas cualidades de seres mediocres)- Eduardo Barreto, ilustró un guión de otro grande :Carlos M. Federici: "Disparo Virtual, un misterio alucinante" abría la revista.
Pablo Dobrinin entrevistó al hijo de un querido colega: Celmar Poumé, alma mater de "La Primera Exposición de Historietas Uruguayas", allá por 1972, expuesta en el subte municipal.
Marco Alvarado festeja el 2000, historieta de Daniel Puch, las tiras de Billy de Dobrinin y Cantonnet.
La 4a. entrega de Golden Chat a cargo de C.M. Federici.
Negrier, con guión de Elbio Gandolfo y dibujos de Daniel González.
Otra entrega de Ismael de José Rivera.
Primera parte de Un ojo en el hielo con dibujos de William Gezzio cerró el contenido de ese número .
Desde este número, abandonó el equipo Rolando Salvatore.
Los demás se mantuvieron firmes y decididos a seguir un proyecto que cada día costaba más realizar.

Balazo 5

Tapa de William Gezzio
Balazo Nº 5 salió en noviembre de 1999.
Se mantenía el grupo editorial con Ernesto Cantonnet, Alejandro Colucci, Pablo Dobrinin, Carlos M. Federici, William Gezzio, Daniel González, Daniel Puch y Rolando Salvatore.
El redactor responsable era William Gezzio. Y José Rivera el artista invitado. Desde la editorial se proclamaba un "Puertas Abiertas", llamando a los nuevos valores que quisieran publicar en la revista. En ediciones posteriores publicaron algunos de ellos.
Abría el número 5, la historieta "El Ilyushin perdido" con guión de Elbio Gandolfo y dibujos de Daniel  González. Seguían las tiras humorística de Billy, de Dobrinin y Cantonnet y Gezzio entregaba la segunda parte y final de Spolón Drake.
Federici escribió su tercera nota de Golden Chat y se continuó con el Ismael de José Rivera.
Rolando Salvatore finalizó con su Alacrán.
Un nuevo colaborador Diego Barizo, aportó una nota sobre "News Comics".
A pesar de los costos y de las menguadas ventas se mantenía el precio a $ 30.
Hubo momentos muy duros, ya que muchos de los colaboradores, al no cobrar por sus trabajos mostraban su desazón e intentaron salirse. Las charlas eran largas y agotadoras, pero al final, se lograba convencerlos y seguíamos por otro número.

Balazo 4

Tapa de Alejandro Colucci, con retrato de Eduardo Barreto.
Balazo Nº 4 salió en octubre de 1999.

Historietas Uruguayas
Un nuevo personaje comenzó con sus venturas: Spolón Drake, de William Gezzio. 
Siguió Alacrán, de Rolando Salvatore, en su tercera entrega. 
Carlos M. Federici nos invadió con sus conocimientos historietísticos en Golden Chat. 
Otro personaje que volvió fue Marco Alvarado de Daniel Puch y guión de Max Power.. 
Se continuó con la s entregas recuperadas de Ismael de José Rivera. 
Todo salpicado con el buen humor de Billy, personaje de Pablo Dobrinin y Ernesto Cantonnet. 
Y como entrevistado: Eduardo Barreto (retratado por Colucci en tapa), el dibujante uruguayo que dibujaba Batman y Superman en los EEUU. Se habían conseguido algunos avisadores que ayudaron a la continuidad de la revista.


Balazo Nº 3



 Historietas uruguayas 
Carátula de Alejandro Colucci.
                                                                                                                                                                                                                                                               Balazo3 salió en setiembre de 1999.
Historietas Uruguayas
Ese número fue dedicado al gran maestro Emilio Cortinas,con un artículo muy completo escrito por Pablo Dobrinin.
Carlos M. Federici nos abrumó con sus conocimientos enciclopédicos sobre los clásicos americanos en la primera entrega de Golden Chat, excelente nota para releer siempre.
En historietas se publicó la parte final del Capitán Kane por William Gezzio, también finalizó Alacrán de Rolando Salvatore y se continuó con Ismael, dibujado por José Rivera. Un personaje humorístico: Billy, escrito por Dobrinin y dibujado por Ernesto Cantonnet, trajo el lejano oeste en tiras autoconclusivas.

lunes, 16 de junio de 2014

Balazo Nº 2 , la aventura continúa.





Balazo Nº 2 salió en agosto de 1999.
Para nosotros fue un número especial porque comenzamos a recuperar el “Ismael” de Acevedo Díaz, dibujado magistralmente por José Rivera, que había sido publicado en tiras diarias en el diario El Día y cuyos originales, le fueron sustraídos por avivado representante de una agencia argentina (eso fue lo que le dijo a Rivera.)
José Rivera



Tuvimos que escanear las tiras de los recortes de diario que José coleccionó y no quedaron muy bien impresas, pero por lo menos, se pudo mostrar la obra de este gran artista.
Se complementó con un reportaje que le hizo Pablo Dobrinin, para que lo conocieran las nuevas generaciones y reordaran los mayores.
Alejandro Colucci
Nos empezó a acompañar un promisorio ilustrador, ya consagrado por estos días: Alejandro Colucci, pintando las carátulas. 
Como no podíamos permitirnos el color, por razones de costos, las hizo en blanco y negro.
Rolando Salvatore empezó con su personaje Alacrán, por el Lejano Oeste. Gezzio entregó la segunda parte del Capitán Kane, luchando contra los indios seminolas en la Florida; Daniel Puch culminó la primera aventura del Transportador Intergalático: Marco Alvarado y Carlos Federici escribió un cuento corto: “Complejo de culpa”.

sábado, 14 de junio de 2014

Balazo Nº 1,el regreso de la aventura.

Historietas Uruguayas
El primer número de la revista apareció en Julio de 1999 y su equipo editor estaba integrado por William Gezzio, Rolando Salvatore, Daniel González, Daniel Puch, Carlos M. Federici, Pablo Dobrinin y Ernesto Cantonnet.
Los integrantes rindieron un merecido homenaje al dibujante humorístico, Angel Umpiérrez en un sentido reportaje de Pablo Dobrinin.
Carlos M. Federici nos narró la historia de los comics en 3D en su nota " Tres veces más diversión".


 Las historietas fueron:La Sección, escrita y dibujada por Daniel González, se desarrollaba en la Segunda Guerra mundia.
El Capitán Rayo, personaje humorístico de Pablo Dobrinin, dibujado por Ernesto Cantonnet.
El Cómplice, sobre un cuento policial de S. Hopkins Adams, dibujado y guionado por Rolando Salvatore.
Marco Alvarado, transportador galáctico, con guión y dibujos de Daniel Puch, era de ciencia ficción en un Montevideo del año 4678.
Capitán Kane, con guión y dibujos de Williams Gezzio, narraba las aventuras de un oficial retirado del ejército de los EEUU, en Florida por 1840.

Un niño que pronto cumplirá ochenta años.
por Pablo Dobrinin

 
Mucha gente no sabe quién es Ángel Umpiérrez. Pero basta con que les mencione a Don Cristóbal o les muestre una viñeta de este genial personaje para que el rostro se les ilumine con una sonrisa. Luego todos lo recuerdan con cariño y finalmente me confiesan su sorpresa al enterarse de que el dibujante es uruguayo. Y esto es así , porque este señor siempre ha mantenido un perfil bajo. Pertenece a esa generación de artistas que nunca se la creyeron y siempre trabajaron en silencio. Contemporáneo de Fola y Suárez, vivió en una época donde dedicarse al cómic era un verdadera insensatez, o para decirlo mejor, un acto de fe.
Hoy cuenta con setenta y nueve años. Nadie lo diría, no tiene una sola arruga en su cara siempre afable y ni siquiera ha perdido el cabello. Su lucidez es envidiable. Es como si el humor lo mantuviese siempre joven. Vive con su esposa en un apartamento de la calle Uruguay. Al entrar en él uno se encuentra con una vivienda bien puesta, donde es posible disfrutar de sus cuadros al óleo y alguna escultura que la embellecen aún más. Umpiérrez ha logrado lo que muy pocos compatriotas: poder vivir de su arte. En el transcurso de esta entrevista que me concedió en marzo de 1999, se mostró sumamente hospitalario y humilde, como si no terminase de comprender lo que uno ya sabía, que se trata de una verdadera institución del cómic nacional.
Una prueba de fuego

- ¿ Dónde y cuándo nació?
A-
Nací en Montevideo, el 22 de julio de 1920.
- ¿ Cómo se inició su vocación de dibujante?
A-
Yo diría que en la escuela primaria, cuando estaba en tercero o cuarto año. Como en casi todas las clases hay un niño que le gusta más el dibujo, bueno, ese niño me tocó ser a mi. Me destacaba sobre los demás en la manera de dibujar. Pero para mi el día clave fue una vez que la maestra mandó un dibujo de deber, cualquier cosa, que dejaba la inspiración libre. Como chiquilín busqué un dibujo en una revista y lo calqué, no lo copié, lo calqué. Estaba todo perfecto, en perspectiva bien, claro, calcado de un tipo profesional... Entonces la maestra me dijo: "bueno, Umpiérrez, está muy bien pero está calcado." A mi me tocó un falso amor propio y le dije : No, no lo calqué. Ella me decía que si y yo que no, hasta que al final me dijo :" bueno, hágame un favor, pase y hágalo en el pizarrón". A mi se me presentó un problema porque me paré y además estaba toda la clase mirándome. Pero mirando el dibujo lo empecé a hacer, y grande en le pizarrón y lo hice, ¡y lo hice perfecto! Hasta yo lo admiraba y la maestra dijo "está bien", todo estaba bien y quedó como que yo lo había hecho. Y entonces ahí me desperté yo mismo, si soy capaz de hacerlo, ¿ por qué tengo que calcar? Y ahí me embalé con los dibujos y después seguí.
Un mundo aparte
- ¿ Dónde continuó sus estudios ?
Después estudié en la escuela industrial para ayudante de arquitecto, cuatro años. Había dibujo técnico, dibujo clásico, porque le estoy hablando del año 34, en ese tiempo la arquitectura tenía molduras y aquel objeto super gigante que sostiene los balcones, caras, todas esas cosas que en casas viejas quedan muchas todavía. Entonces tenía clase de ese tipo de dibujo y dos años de escultura con el escultor Luis Cantú, que fue el que hizo el monumento a Florencio Sánchez, un monumento enorme que al fin y al cabo, por rubro no se hizo se hizo todo y quedó la cabeza sola puesta en el Parque Rodó. La escultura me gustaba porque estaba dentro de lo mío y el dibujo de arte también me gustaba, después teníamos matemática y lo demás. Pero yo lo que quería era otra cosa. Ya en el cuarto año hice dibujos para diarios. En la época de la dictadura de Terra había un diario opositor muy popular llamado Uruguay. Un diario muy grande y muy lindo que estaba en Agraciada y Galicia. Hay una cosa que para mi fue muy importante, porque uno dice yo soy autodidacta, no fui a aprender dibujo a ningún lado, para el dibujo específico de la historieta no había academia, no había nada. Uno es autodidacta pero necesita de otros, de quien lo apoye en una cosa, un consejo... Cuando yo estaba aprendiendo arquitectura hice unos dibujos y los llevé al diario Uruguay. Los dibujos los llevé en papel garbanzo, que de ahí no se puede publicar nada, un papel amarillo, horrible. Yo no conocía el material, no tenía la menor idea de cómo se trabajaba. Me atendió , por suerte, un señor que se llamaba Lena, nunca me voy a olvidar del apellido. Creo que era administrador del diario, y yo no sé si me vio las ganas de trabajar o... no creo que hubiera en esos dibujos perspectiva de que pudiera ser un dibujante, pero me dijo," mirá, vamos a hacer una cosa, vos venite todos los días al diario y te vas al taller de los dibujantes- había cuatro o cinco dibujantes argentinos muy buenos- vas a estar ahí, mirá, aprendé , dibujá, hacé lo que querés y mientras tanto yo te doy quince pesos por mes y vos venís y una vez a la semana me traes a mostrar los dibujos que hiciste." Y así marché, yo te juro, no comía, muchos días no fui a almorzar por quedarme ahí en el diario , porque para mi era un mundo aparte, algo divino, el olor, el ambiente, todo, era lo que yo quería. Y aprendía la manera, el material, y como trabajaban los dibujantes, eso lo aprendí ahí. Hasta que un día le llevé un dibujo y me dijo empezá a hacer lo que vos querés y lo empezamos a publicar en un suplemento. Ese fue el inicio, después salté a Tribuna Popular, donde estuve añares retocando mapas y fotos. Yo era muy amigo de Fola, el dibujante, pero muy amigo, de quedarse a dormir en la casa y todo. El ya trabajaba para La Razón, de Buenos Aires y un día me dijo: " porqué no hacés un dibujo y yo te presento a Peralta Ramos, que era el director de La Razón a ver si te lo pone." Ahí fue que hice la historieta Don Cristóbal, en el 42. El objeto de hacerla muda era para poder venderla en el exterior. En esos tiempos en Uruguay si hacías una historieta no te la compraban porque había que hacer grabado, iba todo en chapa y eso costaba mucha plata.
Fuera de fronteras
- ¿ Cómo estaba el mercado uruguayo para los dibujantes?
A-
No existía, después empezó a existir de a poco. El que lo inició vendiendo cosas en el exterior fue Fola. Después empecé a vender yo. A muchos muchachos que empiezan le he facilitado al tener contacto con el exterior. Yo gané muchos clientes así, de mandar muestras a diecisiete diarios y de esos agarrar ocho o nueve y quedar como cliente. Porque en general la agencia se lleva el 50% de la ganancia y después le trae una lista de lo que vendió y cobró. Y de la lista usted no sabe si está todo o no. Pero también vendí para agencias como United Press, trabajé de las dos maneras. Actualmente sigo vendiendo en Puerto Rico, Costa Rica, México, Colombia, Venezuela, Perú, Chile, Argentina...
- Muchos creadores se han quejado de problemas a la hora de comercializar su obra. Piense por ejemplo lo que le pasó a José Rivera, que un agente perdió sus originales de Ismael, su trabajo más importante. ¿Usted tuvo algún tipo de dificultad en ese sentido ?
A- Usted sabe que un amigo que murió, cronista de policiales del diario El Día, me había dado unas copias de Ismael para llevar a La Razón y yo se las presenté a Peralta Ramos, y el tipo encantado con el dibujo, pero el personaje no le interesaba. Ismael a los argentinos no les hacía gracia ninguna, un héroe uruguayo, no argentino, entonces no marchaba por eso. Pero ahora uno trabaja con la fotocopia, entrega fotocopias de buena calidad , pero no originales.
Un diario de Colombia nunca me pago, fue el único diario donde me ocurrió eso. Después, la agencia Apla ( agencia periodística latinoamericana) vendió a un diario de Bolivia la tira de Don Cristóbal sin avisarme. Pero después, de pura casualidad me enteré y les cobré. Después otra vez tuve problemas con un diario de Córdoba, donde vendía Don Cristóbal directamente a La Voz del Interior. Por suerte, no sé por qué, había caído bien y tenía éxito la historieta. Y resulta que un día recibo quejas de La Voz del Interior diciéndome que el diario Córdoba lo estaba publicando y ellos tenían trato conmigo. Era una agencia que se había quedado con material mío y lo estaba empezando a vender. Y ese día escribí a la agencia , le metí un abogado, le escribí al director explicándole lo que había pasado pero nunca supe más nada.
Don Cristóbal
- ¿ Cómo definiría a Don Cristóbal ?
A-
La idea mía fue tomar un tipo con un nombre parecido al de Cristo, no por la parte católica, sino en el sentido de alguien que las paga todas. Y que tuviera un poco de todo, que hiciera de galán, de marido, del padre de los hijos, que cubriera todo, pero siempre dentro del lado bueno.
- ¿ Don Cristóbal fue evolucionando a medida que usted maduraba como ser humano?
A-
Si, es muy posible. En las dos cosas, en la manera de ser él y en el dibujo.
- Yo a Don Cristóbal lo veo de la siguiente manera...
A-
Ah, me interesa.
- ...Como un personaje esencialmente bueno, que se pone feliz con las pequeñas cosas, sencillo, con alguna picardía, pero sin pasarse de tono. Siempre un humor muy sano.
A-
Si, si, de tipo maduro con alma de niño.
- ¿Cree que este personaje refleja en alguna medida su propia personalidad?
A-
Es muy posible. Fola lo decía siempre, que los personajes de historietas reflejaban mucho, pero mucho, de lo que era el autor. A Fola le ocurría mucho de estar dibujando y riéndose al mismo tiempo, porque hacía cosas que en en parte las hacía el personaje y en parte le pasaban a él. Pero muchas veces ocurre de forma inconsciente.
- ¿ Qué otros personajes realizó además de Don Cristóbal ?
A-
El primer personaje de historieta fue Don Cristóbal. En el año 47 en la revista Estampa de Buenos Aires empecé a publicar El Falso Duque Bobadilla . Eso me posibilitó que me la pidieran de España y después la vendía directamente para allí. Era cómica, pero ya con texto, poco, pero texto, era horrible para el guión. Era un tipo que se quería hacer notar y se hacía pasar por duque. Posteriormente, a pedido de la agencia Apla hice otra tira muda, Doña Lala, en tres o cuatro cuadritos, al estilo de Don Cristóbal.
- Usted prefiere el humor mudo...
A-
Si, expresado con gestos. Usted lo ve y los movimientos le van diciendo todo. Es más universal, se entiende en Japón, Alemania.... Yo quería seguir el dibujo de historieta cómica y muda, cuestión de que en otros países se pudiera publicar sin necesidad de traducción ni de que alguna letra apareciera agresiva en otro lado. Lo comprenden en todos los idiomas.
Los recursos del artista

- Cuándo se sienta frente a una hoja en blanco para crear una tira humorística, ¿ cuáles son las cosas que toma en cuenta ?
A-
Ese tema que toca es un problema muy grande para el dibujante. Para mi tengo varios recursos. Uno es tratar de imaginar cosas, soñar, vivir en otro mundo, dale, dale... Y si no sale por ahí, utilizaba otro recurso que aprendí de Fola, y que he utilizado hasta hace pocos años. Chiste mudo que veíamos por ahí, sea en un cuadro, en diez o en veinte, tijera y archivo. Un día usted necesita crear algo y empieza a mirar, a mirar y parece que se empapa, y de ahí adentro, sin ser uno de esos, se le ocurre. Por ejemplo, le digo uno, en Clarín salió un chiste que mostraba en la redacción de un diario un tablero que decía "silencio", ¿ qué vas a tener silencio en una redacción?, lo recorté y lo guardé. De ese chiste saqué por lo menos como ocho o diez dibujos para Las Siete Semejanzas. Me acuerdo de uno, en la sección reclamos le puse un cartel que decía silencio, o no hable, justo en ese lugar. Infinidad de cosas, porque de uno saca otro y otro. Y esos son los recursos que uno utiliza a veces cuando está en blanco. Otra cosa que influye es el factor tiempo y la obligación. A mi me ha ocurrido de tener poco tiempo y tener que hacerlo, y sale. Si me pongo a pensar y sé que tengo tiempo hasta mañana, pasa una mosca y la sigo mirando como vuela, o me pongo a tomar café, y al final no lo hice. Pero la obligación de hacerlo también provoca un poco la idea para crear algo.
El amigo Fola

- ¿ Qué influencias reconoce en su obra?
A-
Para mi el que marcó una influencia, no solamente en el dibujo sino también en la manera de tomar las cosas fue Fola. Nos hicimos amigos, estaba en el taller con él y veía como trabajaba . Era un laburador a muerte.
- ¿ Qué opinión le merece el trabajo de Fola y Suárez ?
A-
Suárez, desde luego fue un gran dibujante y creador, pero tomaba las cosas muy a la uruguaya, muy a lo Montevideana, y entonces se limitó a Montevideo nada más. Las cosas que hacía Suárez eran buenísimas, como caricaturista ni hablar, en la historieta era muy pero muy bueno, super, pero era muy local, entonces se vendía y tenía éxito, como tenía que tener, pero era local. A Fola lo conocí mucho y además me ayudó muchísimo. Era un inglés que usted no sabía si era de esos personajes que parecen bobos de buenos que son o los toman por bobos por ser tan buenos. Un tipo muy sano, demasiado sano, y él explotaba muy bien la historieta muda. Al ser inglés dominaba muy bien este idioma y él fue a Estados Unidos y pudo entrar en la Press Aliance que creo que pertenece a King Feature. Ahí entró él, donde es muy difícil entrar, porque por el solo hecho de ser latinoamericano a uno se le cerraban las puertas. Fola tenía que ponerse a dibujar atrás de las puertas, escondido, el viejo le rompía todas las cosas, era muy riguroso, terrible. Para peor la madre de Fola había fallecido, cuando él era chiquito, en Londres . Cuando el padre vino para acá se casó con una señora uruguaya, era la madrastra, entonces el pobre chico no tenía quien lo defendiera, por qué no tenía la madre. Para él fue muy duro. Era un dibujante con un estilo que se puede negar o aplaudir, pero muy personal.
La alegría de dibujar

- ¿ Cree que dibujar historietas es una forma de seguir alimentando a ese niño que todos llevamos dentro?
A_
Yo creo que sí, es mantenerlo con vida, o darle más vida todavía. El mensaje del cómic debe ser llevar alegría, bienestar. Es mantener la alegría. El ser humano es un misterio. A mi me ha tocado por trabajar en diarios ser amigo del cronista policial, que estaba siempre en los hechos dramáticos. Y yo miraba por ejemplo un comisario que estaba en una seccional de esas de un suburbio, que tiene que tratar con hampones , que era un perro, pero un perro de presa, y empieza a hablar, hablar y escarbar y aparece el niño. Usted ve que adentro mantiene el niño de la escuela. Por actitudes , por fuera, es un hierro el tipo, inconmovible, pero el niño no murió. No sé si en alguno murió, yo creo que puede seguir viviendo.